Blogger Template by Blogcrowds.

- ¿Puedo sentarme aquí?
- Hay muchas mesas libres, y prefiero estar sola.
- Por favor, deja que te explique, si me siento contigo, podré aprobar el examen.
- ¿Que examen?
- Para conseguir el empleo más importante de mi vida, colaborador en un periódico.
- ¿Y qué tengo que ver con eso?
- Hoy es la entrevista con el psicólogo y lo más importante que evaluará es mi autoestima.
- De nuevo, ¿Qué tengo que ver con eso?
- Sentado desayunando contigo, empezaré bien el día, los demás pensarán que eres mi novia o casi, yo me sentiré un triunfador y lo notará el entrevistador.
- ¿Crees que tu fantasía te ayudará?, hablar conmigo puede perjudicarte.
- Tienes la apariencia de una chica inteligente, estás leyendo a un ruso, debes ser estudiante de letras o filosofía. Vistes unos vaqueros y un jersey algo grande pero que no oculta  tu lindo cuerpo; un don que agradeces, pero que no usas para triunfar. Prefieres el camino más difícil del esfuerzo y el intelecto, eres muy linda, pero usas gafas como para ocultar tanta belleza.
- Muy halagador, pero prefiero estar sola y que nadie piense que estamos juntos.
- Otra chica usaría lentillas, pero a ti te sirven para interponer una barrera entre tú y la gente.
- Parece que contigo esa barrera no funciona.
- Es que a mí no me atraen las chicas vistosas ni lo superficial y externo, me gusta el interior.
- ¿Y porqué no tomas ahora mismo un tren hacia alguna provincia lejana?
 - Solo serán unos minutos, sé que el psicólogo de la empresa desayuna aquí, me verá contigo y me recordará.
- ¿Como lo sabes?
- Si esta aquí te verá, porque los hombres te miran; después se preguntará: ¿quién es el afortunado que está con ella?, ¿como la habrá conquistado?, me observará con más atención, y me reconocerá después.
- Tú no estás conmigo ni me has conquistado.
- Ellos no lo saben, pero lo supondrán por la forma en que te miro.
-Yo no veo nada especial.
- Ellos si, los hombres saben como se comporta uno de su especie cuando le gusta una mujer, leen el lenguaje gestual.
- Muy National Geographic; según tú, ahora ellos estarán viendo claramente que yo te gusto.
- Es lo que creen, porque estoy fingiendo que me gustas, lanzo señales inconfundibles.
- También verán que tú a mí no me gustas.
- Lo tomarán como la indiferencia típica de las intelectualizadas; sus problemas para generar o expresar sentimientos les dan ese aire de que siempre se pierden algo...
- Ahora tengo más ganas de que te vayas.
- No me malinterpretes. Ellos te ven así, yo no; yo veo una chica sensible y dulce, a la que escribiría una poesía que dejaría a Neruda al nivel de redactor de manuales técnicos.
- ¿También eres poeta?
- Si llegaras a gustarme sería el mejor, pero antes debería conocerte.
- Ah, mi interior; no hay trenes hacia allí, al menos no para ti ¿Y por qué levantas tanto ese libro?
- Para que se vea la tapa: "El chiste y su relación con el inconsciente", con la foto de don Sigmund Freud. Un detalle que generará empatía en la entrevista, más la admiración por un triunfador que conquista a una chica como tú; lo podríamos mejorar si me dejaras tenerte de la mano.
- Ni se te ocurra.
- Pero estarás de acuerdo en que el mío es un buen plan.
- Algo retorcido.
- Necesito ese trabajo; para una persona con mujer e hijos que mantener, es vital.
- ¿Estas casado?
- No, pero me gustaría estarlo algún día y tener hijos, entonces será vital. Hasta podría escribir.
- ¿Eres escritor?
- Escribo historias; si te refieres a vender algún libro mío, no. Todavía debo escribir mi gran novela, antes conoceré a la persona que sacará la creatividad que bulle aquí adentro y que a veces hasta duele. Por eso intento hablar contigo...
- Porque estás en la búsqueda de alguien maravilloso... Suena a entrada.
- No, contigo hablo para reforzar mi autoestima, impresionar al psicólogo y  conseguir el empleo para pagarme los estudios y el alquiler. Ya buscaré después esa chica especial si es que existe,... aunque pensándolo  bien...
- ¿Qué?
- Tú debes tener alguna amiga linda e inteligente que puedas presentarme, me lo dice esa luz que desprendes, que iluminó todo cuando has entrado. El señor del libro pudo por fin leer cómodamente, antes tenía que girarse hacia la ventana, hasta parece más joven. Esa pareja discutía y ahora están de la mano porque se ven mejor y se han reconocido; si embelleces a los que te rodean ocasionalmente, mucho más lo harás con los amigos. Intentas ocultarlo, pero tu brillo es tan fuerte que no lo controlas, me recuerdas a Campanilla.
- Lo que dices es bonito; ahora que lo pienso, tienes algo de Peter Pan.
- Sé que te refieres al síndrome del hombre/niño, pero Campanilla se enamora de Peter Pan, esa es mi fantasía. Aunque hablábamos de alguna amiga tuya.
- Si la tuviera y la apreciara, no sé si te la presentaría.
- Puede ser egoísmo. ¿Y alguna a la que odies?
- No odio a nadie.
- Solo a mí.
- No te odio.
- Te caigo mal, siento que mi autoestima se resquebraja.
- No quise dar esa impresión, para halagarte un poco diré que tienes mucha imaginación, llevas aquí mucho rato y todavía no llamé al camarero para que te eche.
- Si consigo el trabajo puedo invitarte a cenar como agradecimiento.
- No voy a cenar contigo.
- Puedo pagarte una cena en un restaurante para que invites a tu novio.
- No tengo novio.
- Ah, perdona por mencionarlo...es preocupante; con todos los chicos que estarán disponibles para ti, no tienes novio.
- No dije que nunca lo haya tenido. ¿Y qué es preocupante?
- Tanta gente queriendo llegar a tu corazón, sin saber cómo.
- Y tú lo sabes.
- Lo sabré después de conocerte más, en eso estoy ahora, ya he conseguido que me permitas sentarme a tu mesa.
- No te lo he permitido, es que todavía no conseguí que te vayas.
- Ahora mismo siento que conseguiré el empleo, pero creo que si hablo más contigo, me dirás lo que piensas de mí y me deprimiré, no aprobaré la entrevista.
- Solo por ayudarte te diré que no pienso mal de ti.
- ¿Y que piensas?
- Que estás un poco loco, pero eres divertido y sabes agradar el oído de una mujer.
- Eso es bueno para ser escritor o conquistar una chica dura, ¿No?
- Es lo necesario para escribir historias que interesen a la gente.
- ¿Te gustaría entonces que aprobase la entrevista? Seria mérito tuyo.
- Me gustaría, pero no sería mío el mérito.
- Si cuando salga, todavía sigues aquí,... ¿puedo decirte como me fue?
- Bueno.
- E invitarte a cenar.
- Si.
- Cenamos entonces.
- Dije que sí podías invitarme, no que aceptaría. Eso está por verse.
- ¿Y de que depende?
- Del resultado de la entrevista.
- Me siento genial, estoy a punto de conseguir el empleo y cenar contigo. Te advierto que soy capaz de mentirte sobre el resultado con tal de volver a verte.
- No podrías, conozco al psicólogo que te entrevistará.
- ¿Conoces al psicólogo?, a Alex Schwar... no se qué.
- Es Alexandra Schwartzman, soy yo.
- ...
R.L. / Febrero 2011

2 comentarios:

Muy bueno, Raúl. ¿Es tuyo?

29 de marzo de 2011, 15:17  

Sí Luis, es mío. Gracias por el comentario.

4 de abril de 2011, 17:30  

Entrada antigua Inicio